En laberintos del tiempo, el alma divaga,
El eco del pasado dulcemente canta.
Por las cámaras de mi mente camino,
La llama del amor aún encuentro.
Un sueño juvenil, visión radiante y bella,
Un corazón ardiente, un alma sin par,
Un amor no dicho, profundo y fuerte,
En anhelo silente, mi espíritu se doblega.
Décadas han pasado, estaciones giraron,
Las brasas de esa pasión aún me robaron,
Un dulce recuerdo, siempre presente,
Un amor no correspondido, siempre querido.
Los caminos que trazamos se bifurcaron,
Nuestros destinos separados,
Tu imagen perdura, grabada en mi corazón,
Una presencia fantasmal, siempre a mi lado.
En sueños y vigilias, nuestros caminos se encuentran,
Oh, amor no realizado, cruel abrazo del anhelo,
Melodía de añoranza que el tiempo no borra,
El peso de los años sobre mi alma cansada,
Amor imposible, cobrando su pesada factura.
En el silencio del crepúsculo, escribo con dolor,
Testamento de un amor que permanecerá,
Eco conmovedor a través del tiempo,
Amor no correspondido, para siempre sublime.