El tiempo camina sobre el cosmos
Dando pisadas a trompicones
Ejerciendo su voluntad sobre nosotros
Incautos desde que reinaba el sol negro hace eones.
Como un viejo nigromante
Inhalando la vitalidad
Tomando por la fuerza con capricho
Aquello que gozó de jovialidad
Pero la vida misma es necia
Plantando cara a lo inevitable
Regenerandose con tal vehemencia
Siempre con espíritu inquebrantable
Pasa un año
El sol invicto prevalece
Alas vuelan, una flor fallece;
Otra en cambio crece, fortalece y engrandece.
Esa flor con gran fulgor
Ilumina a quienes la rodean con fervor
Derramando sobre ellos
Su inmenso amor.