Nadando en el Mar me encontré un cementerio de esculturas.
Veía cómo nadaban los peces al rededor de ellas pero no se veían fuera de lugar, se veían parte del mar; pude apreciarlas y entender que llevaban mucho tiempo ahí, comprendí que era tu pasado, las personas que conociste y con las que conviviste. Entendí que son parte de tu entorno y que ellas te hicieron ser como eres, pude apreciar su belleza, su calidez y con una sonrisa me despedí del lugar. Seguiré nadando a ver que más puedo encontrar.