Miguel de Unamuno

Teresa: 75

Se muere aquel que ve la cara a Dios;
vimos la cara a Dios juntos los dos;
           tú ya te has muerto,
           yo sigo en el desierto
marchando de tu santa huella en pos.
           También yo me morí
y estoy soñando nuestra madre Muerte;
           yo quedé muerto en ti
           y es el amor más fuerte.
Con tu ojos y en ellos a Dios vi;
nuestros ojos mezclados a Dios vieren.;
           fué común la mirada
y entonces nuestras vidas se murieran
           en abrazada.
Después que juntos vimos al Dios vivo,
de la muerte por Dios vida recibo.

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