Dios no perdona porque jamás ha condenado
Más tu conciencia propia es la que se revela
No seas hipócrita no busques a quien culpar
Cada quien responde por la llama de su vela.
Aquellos que han aceptado su inocencia
No tienen nada de que perdonar
La inocencia es el reflejo de Dios en la tierra
Que lleva al inocente a saber amar.
No es con tu propia fortaleza la que perdona
Es con la fortaleza de Dios con la que puedes
Más ese amor que te lleva ha recordar
Que perdonar es amar si al amor cedes.
No hay un momento en que la voz de Dios
Deje de dirigir a vuestros pensamientos
De apelar por el perdón de salvarnos
En dar paz a esos corazones descontentos.
Su amor alumbra al mundo para que pueda ver
Cuando perdono me recuerda a su hijo
Cuando contemplo con la visión que Él
Recuerdo también que somos sus hijos.