Sí! yo también, desnuda la cabeza De tocado y cabellos, y al tobillo Una cadena lurda, heme arrastrado Entre un montón de sierpes, que re… Sobre sus vicios negros, parecían
Tonos de orquesta y música sentida Tiene mi voz, ¿qué céfiro ha pasad… Que el salterio sangriento y empol… Con soplo salvador vuelve a la vid… Te lo diré: La arena de colores
Vuelvo a ti, pluma fiel. De la de… Más que de la ventura nace el vers… Marzo fatal sobre la tierra cruza, Marzo envidioso: corta la erizada Ala la nube que al encuentro boga
Mucho, señora, daría Por tender sobre tu espalda Tu cabellera bravía, Tu cabellera de gualda: Despacio la tendería,
El extraño puede escribir estos nombres sin temblar, o el pedante, o el ambicioso: el buen cubano, no. De Céspedes el ímpetu, y de Agramonte la virtud. El uno es como el volcán, que vie...
Ven, mi caballo, a que te encinche… Que no con garbo natural el coso Al sabio impulso corras de la vida… Sino que el paso de la pista apren… Y la lengua del látigo, y sumiso
El rayo surca, sangriento, El lóbrego nubarrón: Echa el barco, ciento a ciento, Los negros por el portón. El viento, fiero, quebraba
Con un astro la tierra se ilumina; Con el perfume de una flor se llen… Los ámbitos inmensos. Como vaga, Misteriosa envoltura, una luz tenu… Naturaleza encubre, y una imagen
Mírame, madre, y por tu amor no ll… Si esclavo de mi edad y mis doctri… Tu mártir corazón llené de espinas… Piensa que nacen entre espinas flo…
Me han dicho, buen Florencio que… Ver un grano de trigo, Luego que sobre él cruza y recruza La rueda corpulenta del molino: ¡Pues, bien! Ábreme el pecho:
Por tus ojos encendidos Y lo mal puesto de un broche, Pensé que estuviste anoche Jugando a juegos prohibidos. Te odié por vil y alevosa:
Odio el mar, sólo hermoso cuando g… Del barco domador bajo la hendente Quilla, y como fantástico demonio De un manto negro colosal tapado, Encórvase a los vientos de la noch…
Señor: en vano intento Contener el león que me devora: Hasta a escribir mi amargo pensami… La pluma recia se me niega ahora– Señor: mi frente fría
Cuentan que antaño,—y por si no lo… Invéntolo,—un labriego que quería Mucho a un zorzal, a quien dejaba… Surcar el aire y desafiar el vient… De cierto bravo halcón librarlo qu…
Para modelo de un dios El pintor lo envió a pedir:— ¡Para eso no! ¡para ir, Patria, a servirse los dos! Bien estará en la pintura
