#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1988 #VientosDelExilio
Tengo una soledad tan concurrida tan llena de nostalgias y de rostros de vos de adioses hace tiempo
Un tal Lázaro Vélez se incorporó en su tumba, se despojó lentamente de su sudario, abandonó el camposanto y empezó a caminar en dirección a su casa. A medida que iba siendo reconocido, ...
El cielo de veras que no es éste d… el cielo de cuando me jubile durará todo el día todo el día caerá como lluvia de sol sobre mi calva.
Lento viene el futuro lento pero viene ahora está más allá de las nubes ramplonas
Volver al barrio siempre es una hu… casi como enfrentarse a dos espejo… uno que ve de cerca / otro de lejo… en la torpe memoria repetida la infancia / la que fue / sigue p…
Mujer estatua / tu historia azul verde malva roja quedó blanca de congoja extenuada y sin memoria mujer estatua / por suerte
Con su ritual de acero sus grandes chimeneas sus sabios clandestinos su canto de sirenas sus cielos de neón
Creo que mi ciudad ya no tiene con… entre otras cosas porque me ha per… o acaso sea pretexto de enamorado que amaneciendo lejos imagina sus arboledas y sus calles blancas
Aquella esperanza que cabía en un… aquella alta vereda junto al barro… aquel ir y venir del sueño, aquel horóscopo de un larguísimo v… y el larguísimo viaje con adioses…
Todas las tardes, al regresar de su trabajo en el Banco (sección Valores al Cobro), Esteban Ruiz contemplaba con deleite su nueva adquisición. Para el joven poeta inédito, aquella maqui...
Las calles están muertas padecidas la soledad se atreve al resplandor alguien sabe quién es pero lo ocul… no sólo las gargantas tienen rejas la primavera a veces huele a invie…
La tristeza del mundo es decir mi tristeza empezó hace treinta años en una noche hueca. Por entonces los ángeles
En la sala repleta circuló un aire helado cuando don Luciano, con todo el peso de su prestigio y de su insobornable capacidad de juicio, al promediar su conferencia tomó aliento para de...
Tuve un largo poema que aunque se prodigaba en sus mal… al poco tiempo se quedó sin rojo tuve otro con jazmines frágiles hogareños e insondables
Voy a cerrar la tarde se acabó no trabajo tiene la culpa el cielo que urge como un río