Mario Benedetti

Cinco veces triste

1. Barco Viejo

 
La tristeza del mundo
es decir mi tristeza
empezó hace treinta años
en una noche hueca.
 
Por entonces los ángeles
trepaban por mis nervios
me dejaban promesas
me colgaban temores
y eso alcanzaba para todo el tiempo
para entender la vida
todo el tiempo.
 
Después de todo
no eran ángeles
eran tan sólo
escalofríos.
 
También tuve y no tengo un abuelo
con un siglo de cuentos
y una barba de seda
y dijo buenas noches
y se metió en su sueño
como huésped antiguo y de confianza.
 
Claro
no era su sueño
era su única muerte
nada más.
 
Por entonces había
nubes como montañas
y le horizonte era una cuerda floja
y los lunes
y miércoles
y viernes
Dios hacía equilibrio
sin caerse.
 
Pero no era Dios
era tan sólo
un barco viejo.
 

2. Es tan poco

 
Lo que conoces
es tan poco
lo que conoces
de mí
lo que conoces
son mis nubes
son mis silencios
son mis gestos
lo que conoces
es la tristeza
de mi casa vista de afuera
son los postigos de mi tristeza
el llamador de mi tristeza.
 
Pero no sabes
nada
a lo sumo
piensas a veces
que es tan poco
lo que conozco
de ti
lo que conozco
o sea tus nubes
o tus silencios
o tus gestos
lo que conozco
es la tristeza
de tu casa vista de afuera
son los postigos
de tu tristeza
el llamador de tu tristeza.
Pero no llamas.
Pero no llamo.
 

3. Cáscara y nada

 
A veces el futuro es un sueño cerrado
y uno arroja la llave al precipicio
el corazón a veces nos despierta a los gritos
y uno se vuelve sordo de ternura
 
a veces es preciso que se nos caiga el cielo
para saber todo lo que nos falta
para inventar el surco del insomnio
para quedarse a solas con el mundo.
 
Casi siempre es la hora de la verdad vacía
sólo cáscara y nada
Dios inmóvil
es el temor recién amanecido
y ya opaco de veras
ya de veras maldito.
A veces el futuro es una noche sola
y uno gasta la urgencia en llegar a dormirse.
 

4. Mi pozo

 
La soledad es una paz oscura
una suerte de luto sin orgullo
una tranquila sumisión
un pozo
la soledad es uno mismo
sin compasión y con verguenza
pero también es una dulce
lengua
para hablar con los monstruos
de la noche
y quedarse como siempre
perplejo.
 
A veces
cuando el amor se ajena
o los amigos van quedando inmóviles
o el tacto y la conciencia recomponen
las averías de lo inefable
suelo ponerme mi soledad
y nadie
reconoce ese luto sin orgullo
ese decir lo mismo hasta el cansancio
esa tranquila sumisión
mi pozo.
 

5. Ruidos secundarios

 
Me hago el honor de resignarme
sólo esta noche
como descanso
mañana temprano abriré los ojos
seré otra vez valiente y ordinario
rebelde con las manos en los bolsillos
eterno con la muerte en el ojal
sólo esta noche en que no hay luna
creerme que voy
creerme que vengo
creer que mi corazón ya no podrá jamás
aumentar de tamaño y de nostalgias
sólo esta noche
por favor
por piedad
sentirme vencido
humilde
devastado
hecho y deshecho con desechos de Dios
puesto a soñar sin vistobueno
dado a mentir sin esperanza
pero sabiendo que se trata
sólo de esta noche estéril y única
mañana a las siete abriré los ojos
y otra vez pondré el hombro sin quejarme
y escucharé el estruendo universal
sin que me engañen ruidos secundarios.
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