#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1986 #PreguntasAlAzar
Con sus pasos enanos se va acortan… y en esas brevedades ya no hay rev… apenas un caudal de sentires lacón… que vamos escondiendo con un pudor… tal vez porque no somos expertos e…
Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas unas veces me siento
Colecciono pronósticos anuncios y matices y signos y sospechas y señales
Desde el viento que arrastra tanta… como futuros ángeles caídos desde este basto sótano de cielo, hasta el que Dios no baja pero igual llega el miedo.
Desde que la conciencia sucumbió a… y hubo que desconfiar de los confi… y las éticas se volvieron estérile… y los hombres de dios se despeñaro… desde que se ahogaron nuestros des…
Compañero remoto en tu fe de mader… alerta en la querella que no se de… transcurres por los sueños y el in… sin parpadear ni vernos / custodio… hacedores de inviernos y socorros…
Jefe usté está aburrido aburrido de veras hace veintiocho años que sabe sus asientos,
Este paisaje es casi una mujer si se mira con buena voluntad figura un matorral o cabeza en des… dos suaves promontorios que son su… hay la verde hondonada con su ombl…
Ven dulce vida / nunca es tarde salta sobre las vallas de aflicció… sobre las confidencias del escombr… sobre los odios vestidos de blanco y las coronas de crisantemos
La rosa de oro no se marchita ni tiene aroma el cielo ajeno que te envenena
El niño que no vino tiene los labios fuertes tiene las manos tiernas el alma como nube no es nadie
A sus treinta y cinco años, Ileana Márquez tenía marido (Dámaso) y amante (Marcos). Saberse querida, o al menos deseada por ambos, no le causaba la menor ansiedad, más bien le otorgaba ...
Ya no sólo de pánico vive el hombre por eso es una paz no dulce no tranquila
La misma nube podría ser cabeza de caballo o cigüeña de igl… flecha de muerte o campana loca ár… paloma o jabalina lo cierto es que la forma
Cierto, me rodean árboles un tanto… se asoman al paisaje como buscándo… mas yo también me busco y he olvid… desesperadamente mis labios. Vuelvo recién del último silencio