Qué suerte haber vivido para traer conmigo la confianza la eternidad caduca la infancia sin aurora la penitencia que es un oropel

Lo dijeron y lo repitieron esclarecidos portavoces de Algo: «Se acabó la escritura. La literatura está condenada a morir. De ahora en adelante sólo existirá la Cultura del Ruido y de la...

Como un eco de trueno se oscurece la noche, la lluvia en celo provoca al horizonte. El diluvio piadoso

Lento viene el futuro lento pero viene ahora está más allá de las nubes ramplonas

El torturador ya retirado se sienta frente al mar en los atardeceres la gaviota planea

Cada vez que alguien muere por supuesto alguien a quien quier… siento que mi padre vuelve a morir será porque cada dolor flamante tiene la marca de un dolor antiguo

No hay ángeles no hay dios no hay cielo no hay regreso sin embargo

La muerte se puso una cara de mons… una cara de monstruo horrible esperó y esperó detrás de una esqu… salió al fin de la sombra como un… y el niño huyó más rápido que su p…

Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...

En la última asamblea del futuro faltaré sin aviso.