#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1966 #ContraLosPuentesLevadizos
Tus manos son mi caricia mis acordes cotidianos te quiero porque tus manos trabajan por la justicia si te quiero es porque sos
Cuando la hija del viejito guardaf… dejaba el faro y bajaba a tierra los rudos no podían soportar su be… tan sólo la seguían con los ojos y… paralizados por su cercanía
En la ciudad de Montevideo, a las nueve horas y cuarenta minutos del día quince de mayo del año mil novecientos ochenta y siete, se reúne el Directorio de Abecé, S. A., en la sala de co...
En las puertas de hoy ya no se usan, pero en las viejas puertas había siempre alguna mano (de hierro, de bronce) que era antes que nada un llamador. A Inés le habían atraído estas manos...
Madrid quedó vacía sólo estamos los otros y por eso se siente la presencia de las plaz… los jardines y fuentes
Usted quiere matarse en nuestro no… ahí en el inestable centro del mundo solo frente al espejo avejentado usted quiere matarse en nuestro no…
Éste es el epicentro del insomnio… la luna que atraviesa las persiana… pone rejas en la pared del sur / el cielo raso está desvanecido repaso los centímetros del día
¿Qué piensa del frío? ¿qué ha influido más en su obra li… de clases? ¿garcía márquez? ¿el ro… ¿el colesterol? ¿el grupo de chica… ¿lo real maravilloso? ¿los pezones…
Con su ritual de acero sus grandes chimeneas sus sabios clandestinos su canto de sirenas sus cielos de neón
El abogado Arsenio Portales y la ex actriz Fanny Araluce llevaban doce apacibles años de casados. Desde el comienzo, él le había exigido a Fanny que dejara la escena. Al parecer, no era...
Te dejo con tu vida tu trabajo tu gente con tus puestas de sol y tus amaneceres
Defienden las praderas la verde mar la selva las alfombras de césped las hiedras trepadoras la Amazonia humillada
Tu voz no quiere cantar tu voz se esconde en el llanto si pregunto tu quebranto es sólo por preguntar desde que tu pena existe
El día o la noche en que por fin l… habrá que quemar las naves pero antes habremos metido en ella… nuestra arrogancia masoquista nuestros escrúpulos blandengues
Cuando se acercan a la nada y más aún cuando se enfrentan al pavoroso linde de tinieblas los poderosos no consiguen pasar de contrabando su poder