Cada tiempo tiene su Hipatia, su quema de brujas, su soga de cobardes. Cada tiempo ignora su leña y su sarmiento,
Hay a quien le cuesta querer a alguien más, geómetras que quieren en círculo de sangre o raza, especie o familiaridad.
Qué importan los pelos en la ropa o que me despierte cada mañana antes que el sol a la montaña, qué importa si me enreda en su gal… o si hace frío en el espacio,
¿Dónde está la puerta? No logro salir de esta noche, la de ayer es la de mañana y está eterna la yerba. Es difícil pedir un deseo
Cuídate el niño que fuiste, y el extraordinario hombre que te… cuídate el dedo segado y cosido y la espalda de duros encargos, cuídate las manos trabajadas sin d…
Hoy se me ha partido como tableta roja de chocolate ama… a manos de la razón y ha rugido y ha bramado
Buscan a la mujer hummus, nacida del garbanzo de la infancia… un juego de manos sobre el suelo, una madre de alegría desaparecida. Yo soy la mujer hummus,
Tengo dos almas de fuego atrapadas en el fuelle del corazón… Duelen las caídas de sus calendari… con sus días, meses, años... Mis sobrinos, esa diferencia entre
Dices que me quieres mucho y que tantos diccionarios de amor… te cambiaría la mitad de ese unive… por unas migajas de compasión. Dices que me quieres mucho
Un hombro para reír sin pecho para llorar, un bastón afanado de sol a sol, al que hoy le cuesta caminar,
Mi taza de cereales es representación del mundo, estrellas y planetas girando en cuchara de universo profundo.
La tienes en la cocina, escapamos al horizonte, la caricia es su carencia, tiene de esta vida, la más absoluta inocencia.
¿Dónde estás, amor? ¡Cuidarnos, ay, cuidarnos! A amar me voy al mar a morir... Te extiendo mi mano mil veces,
Los poetas no conducen, lo sabe el jardín al que se accede con pisada descalza. Los poetas no comercian,
Cuando corten mi tronco seco la melena descoyuntada al viento y cuenten uno a uno los anillos que alguna vez hube inventado