Los poetas no conducen, lo sabe el jardín al que se accede con pisada descalza. Los poetas no comercian,

El 16 de diciembre cumpliste un año más en mi corazón y en el de tantos... Te extraño cada vez,

Salvé al caracol de ser aplastado, al mirarnos comprendí que nunca fuimos extraños, que ambos éramos para la luna

No me comas, no me pongas en tu plato... ¡Hay tantas cosas que alegran un estómago! ¿Por qué yo, que vivo y amo?

¡Cuánto te quería cuando te quería! El amor viajaba en mí la yarda imposible: un galope de almas,

¿Habéis encontrado vuestros tesoros en este mundo? Tras un primero, un segundo... llegué a contar hasta diez, perdí la cuenta,

Cada tiempo tiene su Hipatia, su quema de brujas, su soga de cobardes. Cada tiempo ignora su leña y su sarmiento,

Ayer soñé con mi abuelo, se detuvo el tiempo en mis manos, todo nos daba vueltas y dimos la vuelta a todo. Quizá fue una foto

¿Dónde estás, amor? ¡Cuidarnos, ay, cuidarnos! A amar me voy al mar a morir... Te extiendo mi mano mil veces,

Hola ¿Quién eres? Estoy aquí. Yo también. ¿Por qué llamas?

Hay un niño en mi pueblo al que le cuesta caminar, pero lo que más le cuesta es tener que recordar todas las penas vividas,

Siento que me dejas caer latifundio de ortiga, por tan sólo expirar mi aquel, latente dolor que del corazón hiela su sangre