El limonero lánguido suspende una pálida rama polvorienta sobre el encanto de la fuente limp… y allá en el fondo sueñan los frutos de oro...

Vosotras, las familiares, inevitables golosas, vosotras, moscas vulgares, me evocáis todas las cosas. ¡Oh, viejas moscas voraces

Abril florecía frente a mi ventana. Entre los jazmines y las rosas blancas de un balcón florido

La calle en sombra. Ocultan los a… el sol que muere; hay ecos de luz… ¿No ves, en el encanto del mirador… el óvalo rosado de un rostro conoc… La imagen, tras el vidrio de equív…

Daba el reloj las doce... y eran d… golpes de azada en tierra... ...¡Mi hora!—grité—... El silenci… me respondió:—No temas; tú no verás caer la última gota

Desnuda está la tierra, y el alma aúlla al horizonte pálid… como loba famélica. ¿Qué buscas, poeta, en el ocaso? ¡Amargo caminar, porque el camino

Esta luz de Sevilla... Es el pala… donde nací, con su rumor de fuente… Mi padre, en su despacho.—La alta… la breve mosca, y el bigote lacio—… Mi padre, aun joven. Lee, escribe…

Tierra le dieron una tarde horribl… del mes de julio, bajo el sol de f… A un paso de la abierta sepultura había rosas de podridos pétalos, entre geranios de áspera fragancia

Lo recuerdo... Un pintor me lo re… no en el lino, en el tiempo. Rostr… sobre el rojo manchón de la corbat… bajo el amplio sombrero; resoluto el ademán, y el gesto petulante

Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales. Es la clase. En un cartel

La España de charanga y pandereta… cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y alma inquieta… ha de tener su marmol y su día,