Dijiste que teníamos que hablar,
pero ya las palabras se marchitaban cuando llegaste.
Sabíamos que nos traicionaste,
yo lo presentía desde noviembre del 2020,
mandabas mensajes a ocultas de mamá,
salías a escondidas. Perfumado, vestido
como si fueras a ver a otra.
Flores en las manos.
Dijiste que teníamos que hablar, yo lo sabía desde el primer momento que llegaste a casa borracho con perfume de otra.
Desearía tener una maquina de tiempo
para evitar lo que nos dijiste,
para evitar la noche del engaño,
para evitar que te vayas con otra y con otra familia.
Leí tu celular y no lo quise creer, no lo creí.
No se lo conté a mamá porque tenia miedo que las palabras sean ciertas.
Gracias a vos no puedo querer a personas buenas, gracias a vos no puedo amar a alguien, gracias a vos no puedo seguir queriéndote.
Queres discutir, no me grites,
¿por qué nos decepcionaste?
no me hagas echarte de la casa
¿por qué te rendiste y decidiste irte con otra?
Y desearía volver en el tiempo, a la noche que nos engañaste
para decirte algo.
Pero es tarde, ahora estas con otra familia, porque la preferís.
El hogar con que nos engañaste parecía
hecho por una poeta, llena de libros, cuadernos escritos
y a mi familia no le gusta que tengas conexión con ellos
porque saben demasiadas cosas, porque escriben mucho,
porque se preguntan para saber lo cierto.
Pero, no importa, ahora te vas y yo no quiero verte.
Cajas y valijas en la puerta de salida,
nadie bajo a saludarte.
Pa, te quiero, y por favor arregla esta mierda,
porque vos eras lo que admirabas y
ahora ni siquiera puedo mirarte.
Me das vergenza y asco.