No te apiades de mí, luz cenicient… Dame tu oscura hostia, tu último p… Un sueño sin retorno y sin recuerd… Déjame hundirme en ese pozo negro, más abajo del limo y de la larva..…

¿Dónde está la estrella de los Na… La tierra, encabritada, se ha para… Y no ven los ojos de los marineros… Aquel pez —¡seguidle!— se lleva, danzando,

No he venido a cantar No he venido a cantar, podéis llev… No he venido tampoco, ni estoy aqu… He venido a mirarme la cara en las… por el río

Nadie fue ayer, ni va hoy, ni irá mañana hacia Dios por este mismo camino

Abajo quedas tú, Inglaterra, vieja raposa avarienta, que tiene parada la Historia de O… más de tres siglos, y encadenado a Don Quijote.

Aquí vino... y se fue Vino, nos marco nuestra tarea y se fue. Tal vez detrás de aquella nube

Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar. Y ahora ociosa y abollada va en el… y va ocioso el caballero, sin peto…

Ahora camino de noche porque las noches son claras... Y esta noche no hubo luna, no hubo luna amiga y blanca... y había pocas estrellas,

Ayer estaba mi amor como aquella nube blanca que va tan sola en el cielo y tan alta, como aquella

Más sencilla... más sencilla. Sin barroquismo, sin añadidos ni ornamentos. Que se vean desnudos los maderos,

Señor, yo te amo porque juegas limpio; sin trampas —sin milagros—; porque dejas que salga, paso a paso,

Con las piedras sagradas de los templos caídos grava menuda hicieron los martillos largos

Poesía..., tristeza honda y ambición del alma… ¡cuándo te darás a todos... a todo… al príncipe y al paria, a todos...

Así es mi vida, piedra, como tú. Como tú, piedra pequeña; como tú,

El grito suena bien en el vientre de la cueva, el salmo bajo el mediodía de los templos y la canción en el crepúsculo...