#EscritoresEspañoles
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
Nunca lo he visto antes, pero conozco a ese hombre. (Si me acercase, distinguiría en sus ojos
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
A veces —cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvene… los rescoldos de una oscura pasión avivan su mir…
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Hace unos minutos que ha recibido la llamada, y desde entonces no ha soltado el… Qué tristes son las lágrimas de un viejo,
No hay nada gratis. Ni siquiera lo que es gratis es gratis de verd… Siempre te lo descuentan