Dichoso zagalejo,
por aquel verde valle
bajaron tus amores,
bajaron a buscarte.
Cogiendo flores iba,
y con la voz süave
que envidian los jilgueros
no cesa de llamarte.
Pues corre, no la aflijas.
¡Ay!, corre, no te tardes.
¡Ay!, corre, que te espera
debajo de aquel sauce.