Ahora que ya estoy solo, te llamo suavemente,
y bajas a mi boca, como un fruto maduro,
desde el árbol eterno donde existes y velas
con las ramas rozadas por los astros desnudos.
Ahora que ya estoy solo, puedo morir, Tú sabes
que a la muerte hay que ir sin que nadie nos llore
ocultando las rosas del amor que encendimos
y el que solo fue sombra que soñamos de noche.
Por eso está y el futuro temblando en mis dientes,
mas no quiero morderlo sin que Tú me lo digas.