Por praderas, montañas y valles
voy huyendo como un criminal,
añorando el pueblito querido
que tantos recuerdos me supo dejar...
Maldiciendo el amor y mi suerte
voy sin rumbo queriendo olvidar
el amor que perdí para siempre
por un buen amigo, que hoy es mi rival.
La adoré sin temor a perderla,
yo no sé quién me la hizo cambiar;
quiera dios que no vuelva yo a verla
porque no la sabría perdonar...
Y aunque fue para mí una vergüenza,
palabra de macho, no quiero matar.
Mi caballo voltea para el pueblo
como si alguien lo fuera a llamar,
pero yo que soy pobre y comprendo
le aflojo la rienda y lo alejo del mal.
Qué ganamos con ver nuestra tierra
si ahora huele a perfume de azahar
porque van a casar a mi prieta
con un buen amigo, que hoy es mi rival...
Hay momentos que todo se nubla,
hay ratitos que todo es llorar;
y lo que siento la pena y la angustia
poco a poco me voy a alejar
por praderas, montañas y valles
huyendo en silencio
como un criminal.