Duermes. Mi mano toca sueño. Duer… Gozo de tu inocencia confiada, de tu implícita forma en esa noche que hace tan suya con amor la mano… Te siento dormir sin verte,

Es alegre la hierba entre las teja… ¡Qué importan las persianas De penumbra impaciente, Y la fatalidad a plomo ante estas… Y ese muro con ansia de ventanas,

¡Oh melenas, ondeadas a lo príncipe en la augusta vida triunfante: nos gusta ver amanecer -¡doradas surgen!- estas alboradas

(El alma vuelve al cuerpo, Se dirige a los ojos Y choca.) —¡Luz! Me invade Todo mi ser. ¡Asombro! Intacto aún, enorme,

Te has ido. Me has dejado solo fr… Mi afición a mezclarte con todo lo… A seguir tu perfume por esa escale… Que nos lleva hasta el piso de una… Nada más necesario, más dulce ni m…

¡Cima de la delicia! Todo en el aire es pájaro. Se cierne lo inmediato Resuelto en lejanía. ¡Hueste de esbeltas fuerzas!

No más desgana displicente. Que el maravilloso deseo Te impulse por la gran pendiente Donde triunfarás como Anteo No hay contacto que desaliente.

¡Vida sin cesar cotidiana! Así lo eres por fortuna, y entre un renacer y un morir día a día te das y alumbras lunes, martes, miércoles, jueves

Pasa el vídeo misterioso, vuelve el pasado en movimiento, y el instante insignificante llega enseguida a conmovernos. ¿Y por qué? Porque significa.

Y los ojos prometen mientras la boca aguarda. Favorables, sonríen. ¡Cómo íntima, callada! Henos aquí. Tan próximos.

¡Damas altas, calandrias! Junten su elevación algazara y montaña, todavía crecientes gracias a la mañana

Blancos, rosas. Azules casi en ve… Retraídos, mentales. Puntos de luz latente dan señales De una sombra secreta. Pero el color, infiel a la penumbr…

Llegó la sangre al río. Todos los ríos eran una sangre, Y por las carreteras De soleado polvo —O de luna olivácea—

Riguroso horizonte. Cielo y campo, ya idénticos, Son puros ya: su línea. Perfección. Se da fin A la ausencia del aire,

Miro hacia atrás, hacia los años,… Y se me ahonda tanta perspectiva Que del confín apenas sigue viva La vaga imagen sobre mis espejos. Aun vuelan, sin embargo, los vence…