La paz de Octavio
Era esa luz azul
Que llevaba en la solapa
Y que le permitía ver el revés
De las cosas. Gracias a ella
Sabía que en cada criatura
Hay una mariposa
Que comienza en la oruga y se acaba
En el gusano. Dicha mariposa
Vuela ahora entre nosotros
Tiene las alas azules de Octavio
Pero es una mariposa
Que nunca se acaba