Flores pegadas a los cuerpos,
Huecos que se agradan en el suelo.
Cientos de víveres manchados,
Miles de ojos que mienten.
Desnúdate,
Hijos de la fauna alocada en el asfalto,
Sal a la calle sin sombrero,
Alocado hijo tan rebelde.
Plantas que reproducen estaciones,
Juergas de cantatas y operetas,
Dignísimos ropajes y bombachos,
Escaramuzas de una escuadra.
Acércate,
Tecnócratas de selfies prolongadas,
No escojas el momento,
Y sueña más con ellos.
Te susurro, a ti tan cerca, desnudo, arrodillado,
Con un ojo bizco hacia el encuadre,
Hijo mío que me haces,
Cuando eras un risueño pajarito,
Tu madre te conoce más que el sitio.