Era el tiempo en que se abrieron mis párpados sin alas
Y empecé a cantar sobre las lejanías desatadas
Saliendo de sus nidos
Atruenan el aire las banderas
LOS HOMBRES
ENTRE LA YERBA
BUSCABAN LAS FRONTERAS
Sobre el campo banal
el mundo muere
De las cabezas prematuras
brotan alas ardientes
Y en la trinchera ecuatorial
trizada a trechos
Bajo la sombra de aeroplanos vivos
Los soldados cantaban en las tardes duras
Las ciudades de Europa
se apagan una a una
Caminando al destierro
El último rey portaba al cuello
Una cadena de lámparas extintas
Las estrellas
que caían
Eran luciérnagas del musgo
Y los afiches ahorcados
pendían a lo largo de los muros
Una sombra rodó sobre la falda de los montes
Donde el viejo organista hace cantar las selvas
El viento mece los horizontes
Colgados de las jarcias y las velas
Sobre el arco iris
un pájaro cantaba
Abridme la montaña
Por todas partes en el suelo
He visto alas de golondrinas
Y el Cristo que alzó el vuelo
Dejó olvidada la corona de espinas
Sentados sobre el paralelo
Miremos nuestro tiempo
SIGLO ENCADENADO EN UN ÁNGULO DEL MUNDO
En los espejos corrientes
Pasan las barcas bajo los puentes
y los ángeles-correo
reposan en el humo de los dread-noughts
Entre la hierba
silba la locomotora en celo
Que atravesó el invierno
Las dos cuerdas de su rastro
Tras ella quedan cantando
Como una cigarra indócil
Su ojo desnudo
Cigarro del horizonte
Danza entre los árboles
Ella es el Diógenes con la pipa encendida
Buscando entre los meses y los días
Sobre el sendero equinoccial
Empecé a caminar
Cada estrella
es un obús que estalla
Las plumas de mi garganta
Se entibiaron al sol
que perdió un ala
El divino aeroplano
Traía un ramo de olivo entre las manos
Sin embargo
Los ocasos heridos se desangran
Y en el puerto los días que se alejan
Llevaban una cruz en el sitio del ancla
Cantando nos sentamos en las playas
Los más bravos capitanes El capitán Cook
En un iceberg iban a los polos Caza auroras boreales
Para dejar su pipa en labios En el Polo Sur
Esquimales
Otros clavan frescas lanzas en el Congo
El corazón del África soleado
Se abre como los higos picoteados
Y los negros
de divina raza
Esclavos en Europa
Limpiaban de su rostro
la nieve que los mancha
Hombre de alas cortas
han recorrido todo
Y un noble explorador de la Noruega
Como botín de guerra
Trajo a Europa
entre raros animales
Y árboles exóticos
Los cuatro puntos cardinales
Y otro llevaba al hospital del puerto
Un ruiseñor desafinado
Aquel piloto niño
que olvidó su pipa humeante
Junto al volcán extinto
Encontró en la ciudad
los hombres de rodillas
Y vio alumbrar las vírgenes encintas
Allá lejos
Allá lejos
Vienen pensativos
los buscadores de oro
Pasan cantando entre las hojas
Sobre sus hombros
Traen la California
Al fondo del crepúsculo
Venían los mendigos semimudos
Un rezador murmullo
inclinaba los árboles
Sobre los mares
Huyó el estío
QUÉ DE COSAS HE VISTO
Entre la niebla vegetal y espesa
Los mendigos de las calles de Londres
Pegados como anuncios
Contra los fríos muros
Recuerdo bien
Recuerdo
Aquella tarde en primavera
Una muchacha enferma
Dejando sus dos alas a la puerta
Entraba al sanatorio
Aquella misma noche
bajo el cielo oblongo
Diez Zeppelines vinieron a París
Y un cazador de jabalís
Dejó sangrando siete
Sobre el alba agreste
Entre la nube que rozaba el techo
Un reloj verde
Anunciaba el año
1917
LLUEVE
Bajo el agua
Enterraban los muertos
Alguien que lloraba
Hacía caer las hojas
Signos hay en el cielo
Dice el astrólogo barbudo
Una manzana y una estrella
Picotean los búos
Marte pasa a través de
Sagitario
SALE LA LUNA
Un astro maltratado
Se desliza
Astrólogos de mitras puntiagudas
De sus barbas caían copos de ceniza
Y heme aquí
entre las selvas afinadas
Más sabiamente que las viejas arpas
En la casa
que cuelga del vacío
Cansados de buscar
los Reyes Magos se han dormido
Los ascensores descansan en cuclillas
Y en todas las alcobas
Cada vez que da la hora
Salía del reloj un paje serio
Como a decir
El coche aguarda
mi señora
Junto a la puerta viva
El negro esclavo
abre la boca prestamente
Para el amo pianista
Que hace cantar sus dientes
Esta tarde yo he visto
Los últimos afiches fonográficos
Era una confusión de gritos
Y cantos tan diversos
Como en los puertos extranjeros
Los hombres de mañana
Vendrán a descifrar los jeroglíficos
Que dejamos ahora
Escritos al revés
Entre los hierros de la Torre Eiffel
Llegamos al final de la refriega
Mi reloj perdió todas sus horas
Yo te recorro lentamente
Siglo cortado en dos
Y con un puente
Sobre un río sangriento
Camino de Occidente
Una tarde
al fondo de la vida
Pasaba un horizonte de camellos
En sus espaldas mudas
Entre dos pirámides huesudas
Los hombres del Egipto
Lloran como los nuevos cocodrilos
Y los santos en tren
buscando otras regiones
Bajaban y subían en todas las estaciones
Mi alma hermana de los trenes
Un tren puede rezarse como un rosario
La cruz humeante perfumaba los llanos
Henos aquí viajando entre los santos
El tren es un trozo de la ciudad que se aleja
El anunciador de estaciones
Ha gritado
Primavera
Al lado izquierdo
30 minutos
Pasa el tren lleno de flores y de frutos
El Niágara ha mojado mis cabellos
Y una neblina nace en torno de ellos
Los ríos
Todos los ríos de las nacientes cabelleras
Los ríos mal trenzados
Que los ardientes veranos han besado
Un paquebot perdido costeaba
Las islas de oro de la Vía Láctea
La cordillera Andina
Veloz como un convoy
Atraviesa la América Latina
El Amor
El Amor
En pocos sitios lo he encontrado
Y todos los ríos no explorados
Bajo mis brazos han pasado
Una mañana
Pastores alpinistas
Tocaban el violín sobre la Suiza
Y en la estrella vecina
Aquél que no tenía manos
Con las alas tocaba el piano
Siglo embarcado en aeroplanos ebrios
A DÓNDE IRÁS
Caminando al destierro
El último rey portaba al cuello
Una cadena de lámparas extintas
Y ayer vi muerta entre las rosas
La amatista de Roma
ALFA
OMEGA
DILUVIO
ARCO IRIS
Cuántas veces la vida habrá recomenzado
Quién dirá todo lo que en un astro ha pasado
Sigamos nuestra marcha
Llevando la cabeza madura entre las manos