Vicente Huidobro

Ecuatorial

A Pablo Picasso

Era el tiempo en que se abrieron mis párpados sin alas
Y empecé a cantar sobre las lejanías desatadas
 
Saliendo de sus nidos
Atruenan el aire las banderas
 
LOS HOMBRES
ENTRE LA YERBA
BUSCABAN LAS FRONTERAS
 
Sobre el campo banal
                                            el mundo muere
De las cabezas prematuras
                                                      brotan alas ardientes
Y en la trinchera ecuatorial
                                                       trizada a trechos
 
Bajo la sombra de aeroplanos vivos
Los soldados cantaban en las tardes duras
 
Las ciudades de Europa
                                               se apagan una a una
 
Caminando al destierro
El último rey portaba al cuello
Una cadena de lámparas extintas
 
           Las estrellas
                                    que caían
           Eran luciérnagas del musgo
 
Y los afiches ahorcados
                                              pendían a lo largo de los muros
 
Una sombra rodó sobre la falda de los montes
Donde el viejo organista hace cantar las selvas
 
                          El viento mece los horizontes
                          Colgados de las jarcias y las velas
 
Sobre el arco iris
                                   un pájaro cantaba
 
Abridme la montaña
 
Por todas partes en el suelo
He visto alas de golondrinas
Y el Cristo que alzó el vuelo
Dejó olvidada la corona de espinas
 
Sentados sobre el paralelo
Miremos nuestro tiempo
SIGLO ENCADENADO EN UN ÁNGULO DEL MUNDO
 
En los espejos corrientes
Pasan las barcas bajo los puentes
y los ángeles-correo
reposan en el humo de los dread-noughts
Entre la hierba
silba la locomotora en celo
Que atravesó el invierno
 
Las dos cuerdas de su rastro
Tras ella quedan cantando
Como una cigarra indócil
 
Su ojo desnudo
Cigarro del horizonte
Danza entre los árboles
Ella es el Diógenes con la pipa encendida
Buscando entre los meses y los días
 
Sobre el sendero equinoccial
Empecé a caminar
 
Cada estrella
es un obús que estalla
 
Las plumas de mi garganta
Se entibiaron al sol
que perdió un ala
El divino aeroplano
Traía un ramo de olivo entre las manos
 
Sin embargo
Los ocasos heridos se desangran
Y en el puerto los días que se alejan
Llevaban una cruz en el sitio del ancla
 
Cantando nos sentamos en las playas
 
Los más bravos capitanes El capitán Cook
En un iceberg iban a los polos Caza auroras boreales
Para dejar su pipa en labios En el Polo Sur
Esquimales
 
Otros clavan frescas lanzas en el Congo
 
El corazón del África soleado
Se abre como los higos picoteados
 
Y los negros
de divina raza
Esclavos en Europa
Limpiaban de su rostro
la nieve que los mancha
 
Hombre de alas cortas
han recorrido todo
Y un noble explorador de la Noruega
Como botín de guerra
Trajo a Europa
entre raros animales
Y árboles exóticos
Los cuatro puntos cardinales
 
Y otro llevaba al hospital del puerto
Un ruiseñor desafinado
 
Aquel piloto niño
que olvidó su pipa humeante
Junto al volcán extinto
Encontró en la ciudad
los hombres de rodillas
Y vio alumbrar las vírgenes encintas
 
Allá lejos
 
Allá lejos
 
Vienen pensativos
los buscadores de oro
Pasan cantando entre las hojas
Sobre sus hombros
Traen la California
 
Al fondo del crepúsculo
Venían los mendigos semimudos
 
Un rezador murmullo
inclinaba los árboles
Sobre los mares
Huyó el estío
QUÉ DE COSAS HE VISTO
 
Entre la niebla vegetal y espesa
Los mendigos de las calles de Londres
Pegados como anuncios
Contra los fríos muros
 
Recuerdo bien
Recuerdo
 
Aquella tarde en primavera
Una muchacha enferma
Dejando sus dos alas a la puerta
Entraba al sanatorio
 
Aquella misma noche
bajo el cielo oblongo
Diez Zeppelines vinieron a París
Y un cazador de jabalís
Dejó sangrando siete
Sobre el alba agreste
 
Entre la nube que rozaba el techo
Un reloj verde
Anunciaba el año
 
1917
 
LLUEVE
 
Bajo el agua
Enterraban los muertos
Alguien que lloraba
Hacía caer las hojas
 
Signos hay en el cielo
Dice el astrólogo barbudo
Una manzana y una estrella
Picotean los búos
Marte pasa a través de
Sagitario
 
SALE LA LUNA
 
Un astro maltratado
Se desliza
 
Astrólogos de mitras puntiagudas
De sus barbas caían copos de ceniza
 
Y heme aquí
entre las selvas afinadas
Más sabiamente que las viejas arpas
 
En la casa
que cuelga del vacío
Cansados de buscar
los Reyes Magos se han dormido
 
Los ascensores descansan en cuclillas
 
Y en todas las alcobas
Cada vez que da la hora
Salía del reloj un paje serio
Como a decir
El coche aguarda
mi señora
Junto a la puerta viva
El negro esclavo
abre la boca prestamente
Para el amo pianista
Que hace cantar sus dientes
 
Esta tarde yo he visto
Los últimos afiches fonográficos
Era una confusión de gritos
Y cantos tan diversos
Como en los puertos extranjeros
 
Los hombres de mañana
Vendrán a descifrar los jeroglíficos
Que dejamos ahora
Escritos al revés
Entre los hierros de la Torre Eiffel
 
Llegamos al final de la refriega
Mi reloj perdió todas sus horas
 
Yo te recorro lentamente
Siglo cortado en dos
Y con un puente
Sobre un río sangriento
Camino de Occidente
 
Una tarde
al fondo de la vida
Pasaba un horizonte de camellos
En sus espaldas mudas
Entre dos pirámides huesudas
Los hombres del Egipto
Lloran como los nuevos cocodrilos
Y los santos en tren
buscando otras regiones
Bajaban y subían en todas las estaciones
 
Mi alma hermana de los trenes
 
Un tren puede rezarse como un rosario
La cruz humeante perfumaba los llanos
 
Henos aquí viajando entre los santos
 
El tren es un trozo de la ciudad que se aleja
 
El anunciador de estaciones
Ha gritado
 
Primavera
Al lado izquierdo
30 minutos
 
Pasa el tren lleno de flores y de frutos
 
El Niágara ha mojado mis cabellos
Y una neblina nace en torno de ellos
 
Los ríos
Todos los ríos de las nacientes cabelleras
Los ríos mal trenzados
Que los ardientes veranos han besado
Un paquebot perdido costeaba
Las islas de oro de la Vía Láctea
 
La cordillera Andina
Veloz como un convoy
Atraviesa la América Latina
 
El Amor
El Amor
En pocos sitios lo he encontrado
Y todos los ríos no explorados
Bajo mis brazos han pasado
 
Una mañana
Pastores alpinistas
Tocaban el violín sobre la Suiza
 
Y en la estrella vecina
Aquél que no tenía manos
Con las alas tocaba el piano
 
Siglo embarcado en aeroplanos ebrios
A DÓNDE IRÁS
Caminando al destierro
El último rey portaba al cuello
Una cadena de lámparas extintas
 
Y ayer vi muerta entre las rosas
La amatista de Roma
 
ALFA
OMEGA
DILUVIO
ARCO IRIS
 
Cuántas veces la vida habrá recomenzado
 
Quién dirá todo lo que en un astro ha pasado
 
Sigamos nuestra marcha
Llevando la cabeza madura entre las manos

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