Entre los recuerdos que guardo de mi infancia camagüeyana, pocos se me presentan de manera tan enérgica como aquellos que hunden su raíz en el quehacer político del hombre que me dio vi...

No porque hayas caído tu luz es menos alta. Un caballo de fuego sostiene tu escultura guerrillera entre el viento y las nubes de la…

¡Oh Camagüey, oh suave comarca de pastores y sombreros! No puedo hablar, pero me gritan la noche, este misterio; no puedo hablar, pero me obligan

La policía (paso de alfombra y ojo de gato) mira en la sombra. Vigila el gato.

Paloma del palomar, cuando tú pases por México no dejes de preguntar quien me cerró la puerta a que llamo yo,

¡Ah, qué pedazo de sol, carne de mango! Melones de agua, plátanos.

¿Lejos? Hay un arco tendido que hace viajar la flecha de tu voz. ¿Alto?

Era una muchachita de carne perfum… con agua de Colonia y jabón de Ca… a quien amé con una pasión vaga y… que nació de unos versos de amor y… Recuerdo que al decirle por primer…

Para Cándido Portinari, la miel y el ron, y una guitarra de azúcar, y una canción y un corazón.

El negro junto al cañaveral. El yanqui sobre el cañaveral. La tierra

Este es el hambre. Un animal todo colmillo y ojo. Nadie le engaña ni distrae. No se harta en una mesa. No se contenta

La palma que está en el patio, nació sola; creció sin que yo la viera, creció sola; bajo la luna y el sol,

¡Ay, de la Muerte no sé de qué color va vestida y no sé si lo sabré! ¿Mano en el hueso y guadaña, curva guadaña huida,

No me dan pena los burgueses venci… Y cuando pienso que van a darme pe… aprieto bien los dientes, y cierro… Pienso en mis largos días sin zapa… pienso en mis largos días sin somb…