¡Ay, de la Muerte no sé de qué color va vestida y no sé si lo sabré! ¿Mano en el hueso y guadaña, curva guadaña huida,

Esta mujer angélica de ojos septen… que vive atenta al ritmo de su san… ignora que en lo hondo de ese ritm… un negro el parche duro de roncos… Bajo la línea escueta de su nariz…

Un blue llora con lágrimas de músi… en la mañana fina. El sur blanco sacude su látigo y golpea. Van los niños negros entre fusiles pedagógicos

Para Cándido Portinari, la miel y el ron, y una guitarra de azúcar, y una canción y un corazón.

He aquí la jaula de las culebras. Enroscados en sí mismos, duermen los ríos, los sagrados río… El Mississippi con sus negros, el Amazonas con sus indios.

Tú, que partiste de Cuba, responde tú, ¿dónde hallarás verde y verde, azul y azul, palma y palma bajo el cielo?

Con el círculo ecuatorial ceñido a la cintura como a un pequ… la negra, la mujer nueva, avanza en su ligera bata de serpie… Coronada de palmas

Mi prima Vera venía por marzo, en la Primavera. Mi jardín la recibía, al tiempo que le decía: —Bienvenida, prima Vera.

El Sena discurre circunspecto; civilizada linfa que saluda en silencio sacándose el sombrero.

Nací donde la caña al cielo fino su verde volador de un golpe lanza… como una vegetal certera lanza que traspasa al partir el aire fin… El mar pasé. Las olas un camino

Cuando me veo y toco yo, Juan sin Nada no más ayer, y hoy Juan con Todo, y hoy con todo, vuelvo los ojos, miro,

¿Te hablaron ya de Río, del Pan, del Corcovado y el sanguinario estío? ¿Te han hablado? De la boite encendida

Como el conocido señor Jourdain, que a los cuarenta años aprende de su profesor de filosofía que ha estado hablando en prosa sin saberlo, bien pudiera decirse que no pocos prosistas, y ...

Búcate plata, búcate plata, poqque no doy un paso má: etoy a arró con galleta, na má.

Mira si tú me conose, que ya no tengo que hablá: cuando pongo un ojo así, e que no hay na; pero si lo pongo así,