#Camagüeyanos #Cubanos #SigloXX #MotivosDeSon
Mendoza la bien sembrada, ciudad de luz y arboleda, en roca viva engastada... Amor de Marianetti, el Señor
#LaPalomaDeVueloPopular
Iba yo por un camino cuando con la muerte di. —¡Amigo!—gritó la muerte, pero no le respondí, pero no le respondí;
#1947 #ElSonEntero
Desde la escuela Y aún antes... Desde el alba, cuando ap… Era una brizna yo de sueño y llanto, Desde entonces, Me dijeron mi nombre. Un santo y seña
Con mi tres o con su cuatro, cante, Juan Bimba, yo lo acompaño. —Canto en Cuba y Venezuela, y una canción se me sale:
Como el conocido señor Jourdain, que a los cuarenta años aprende de su profesor de filosofía que ha estado hablando en prosa sin saberlo, bien pudiera decirse que no pocos prosistas, y ...
Tus guantes puestos en la punta de tu cuerpo de ardi… y el punch de tu sonrisa. El Norte es fiero y rudo, boxeador. Ese mismo Broadway,
#1931 #SóngoroCosongo
¿Te hablaron ya de Río, del Pan, del Corcovado y el sanguinario estío? ¿Te han hablado? De la boite encendida
¿Qué es lo que la gente come, qué es lo que come la gente, un menú que al Presidente puede que a la larga embrome? ¿Qué, con la cara mohina,
Cuando me veo y toco yo, Juan sin Nada no más ayer, y hoy Juan con Todo, y hoy con todo, vuelvo los ojos, miro,
Cerca de ti, ¿por qué tan lejos verte? ¿Por qué noche decir, si es mediodía? Si arde mi piel, ¿por qué la tuya es frí… si digo vida yo, ¿por qué tú muerte? Ay, ¿por qué este tenerte sin tenerte?
Mi prima Vera venía por marzo, en la Primavera. Mi jardín la recibía, al tiempo que le decía: —Bienvenida, prima Vera.
Los negros, trabajando junto al vapor. Los árabes, vendiendo, los franceses, paseando y descansando, y el sol, ardiendo. En el puerto se acuesta
El Aconcagua. Bestia solemne y frígida. Cabeza blanca y ojos de piedra fija. Anda en lentos rebaños con otros animales semejantes
Sola, sobre su ola de parado coral, Antillilandia vive, esperando el trompetazo del Juicio Inic… Casa de vecindad, patio del Mar Caribe, donde los inquilinos se juntan
El sol a plomo. Un hombre va al pie del organillo. Manigueta: «Epabílate, mi conga, mi conga...» Ni un quilo en los bolsillos,