Cisnes de Guadiana, a sus riberas Llegué, y a vuestra dulce compañía… Cuya suave métrica armonía Desata montes y reduce fieras; No a escuchar vuestras voces lison…

Este a Pomona, cuando ya no sea Edificio al silencio dedicado, Que si el cristal le rompe desatad… Süave el ruiseñor le lisonjea, Dulce es refugio, donde se pasea

Vencidas de los Montes Marïanos Las altas cumbres, con rigor armad… De calvos riscos, de hayas levanta… Cunas inaccesibles de milanos, Y el río que a piratas africanos

De ríos soy el Duero acompañado Entre estas apacibles soledades, Que despreciando muros de ciudades… De álamos camino coronado. Este, que siempre veis alegre, pra…

Cuantos forjare más hierros el had… A mi esperanza, tantos oprimido Arrastraré cantando, y su rüido Instrumento a mi voz será acordado… Joven mal de la invidia perdonado,

Oh marinero, tú que, cortesano, Al Palacio le fías tus entenas, Al Palacio Real, que de Sirenas Es un segundo mar napolitano, Los remos deja, y una y otra mano

Restituye a tu mundo horror divino… Amiga Soledad, el pie sagrado, Que captiva lisonja es del poblado En hierros breves pájaro ladino. Prudente cónsul, de las selvas din…

En vez, Señora, del cristal lucie… Licores nabateos espirante, Los faroles, ya luces de Levante, Las banderas, ya sombras de Occid… Las fuerzas litorales, que a la fr…

Montaña inaccesible, opuesta en va… Al atrevido paso de la gente (O nubes humedezcan tu alta frente… O nieblas ciñan tu cabello cano), Caistro el mayoral, en cuya mano

No entre las flores, no, señor don… De vuestros años, áspid duerma bre… El ocio, salamandria más de nieve Que el vigilante estudio lo es de… De cuantas os clavó flechas el cie…