A Pedro Garfias
#Españoles #Generación27 (1918-1921) Imagen
Era el mes que aplicaba sus teoría… cada vez que un amor nacía en torn… cediendo dócil peso y calorías cuando por caridad ya para adorno en beneficio de esos amadores
¿Quién dijo que se agotan la curva… el legítimo sonido de la luna sobr… y el perfecto plisado de los élitr… del cine cuando ejerce su tierno p… Registrad mi bolsillo
La sombra del nogal es peligrosa Tupido en el octubre como bóveda como cúpula inmóvil nos cobija e invita a su caricia fresca
Ni una gasa de niebla ni una lluvi… o cellisca ni una dádiva de nieve ni un borbollar de fuentes candoro… dejo perderse. Madre soy de Iberi… que incesante en mi seno nace y du…
Mar de mi costa, mar, mar, mar, ma… No me canso de nombrarte. Tu nombre eres tú mismo. Cantas y ruges, te hundes y te alz… me creas tú, me forjas, mar martil…
Las campanas en flor no se han hec… ni el tallo esbelto de los lápices… La presencia de la muerte se hace cristal de roca discreta para no estorbar el intenso olor a…
Estabas en el agua Estabas que yo te vi Todas las ciudades lloraban por ti Las ciudades desnudas
Baños flotantes: poeta que os cant… quien os pinte y evoque. entre ya en el infierno con el Dan… Mañanitas de agosto por San Roque… las frescas mañanitas.
La nave que dio a luz el horizonte pliega sus alas como quien cierra un libro Al ver a la fragata todas las chimeneas
¿De Marte o de Neptuno? Oh duerm… oh loca pesadilla de Casandra. La monstruosa y torpe salamandra —tal un sueño en la libido—en la e… de un viaje submarino hurga y reve…
El ciego azar del mar martilleando… cincelando, besando la pasiva dureza de la roca fue logrando una escultura viva y transitiva. Y la roca que al arpa jamás cede
Yo pastor de bulevares desataba los bancos y sentado en la orilla corriente d… dejaba divagar mis corderos escola…
El vals llora en mi ojal Silencio En mi hombro se ha posado el sueño y es del mismo temblor que sus cab…
Playa de los Peligros: no sé por… la sensación concreta de una isla… tú que contemplas muda tras tus ab… el desfile de dragas, de gánguiles… Allá, cuando era niño, leyendo a…
He aquí helados, cristalinos, sobre el virginal regazo, muertos ya para el abrazo, aquellos miembros divinos. Huyeron los asesinos.