La vi llegar envuelta en un tiempo que ya no era el mío, con su risa de puñal limpio y su nívea piel virgen sin memoria.

No sé tu nombre, ni el idioma en que sueñas, ni la canción que tarareas cuando crees que nadie escucha. Pero sé la hora en que pasas,

cada vez que me digo que no me contestas con una mirada todo lo que no hacemos pesa más que lo que hicimos te huelo en otras personas

No, aún no. No me cuelguen ese traje de años que no pedí, no me embalsamen con las palabras… de quien ya no espera nada.

No dices nada, y aun así, el tiempo te habla en l… Llevas tu historia escrita en surc… en grietas finas como venas de pie… Cada arruga en tu frente

Hoy brilla tu alma, más allá del sol, allá donde la luna no tiene miedo de acariciar tu rostro sereno. Tu risa, silba como susurro

me haces daño sin tocarme como una canción que no se calla cada día aprendo a fingir que no me dueles

Hoy me puse la camisa que llevé aq… Ella tenía esa forma de contar lo… Cuando se despidió, me rozó la man… Pero aún hoy, al pasar la plancha… Y no es la de la tela.

Hubo un tiempo en que fuiste latid… fuerte, como el golpe en un yunque, un puñado de manos callosas alzando la piedra,

Madrid se levanta un dia más entre ruinas, la muerte aún respira, la sangre de sus hijos nos ahoga en sus calles.

En un café cualquiera, la encontré como quien tropieza con su sueño y sabe que no quiere despertarse. Hablaba de ciudades que nunca verí…

Viento sin rostro, tu nombre fue la bruma sobre mis labios. II. Horas sin puerto,

No sabría decir cuándo empezó. Quizás fue esa tarde en que sus dedos rozaron el borde de mi taza, como si el calor pudiera compartirse sin escándalo. No me habló distinto, no me miró di...

No me había pasado en años. Esa clase de alegría que no avisa. Una especie de fiebre dulce, suave… Fue al verla esperándome en el ban… Cuando me acerqué, me miró como si…

el café tiembla cuando entras mi saliva aprende a estarse quieta como un perro bien enseñado mi anillo me pesa más cuando te ríes sin permiso