He vuelto a mi lugar,
y el aire sigue siendo el mismo.
Las voces que me rodean
no han cambiado su tono,
y la luz que entra por la ventana
no ha perdido su color.
Sin embargo,
hay algo diferente.
Es sutil,
como una ola que pasó
sin alterar la orilla.
El tiempo no me ha dejado atrás,
pero algo se ha quedado,
como una estrella
que brilla más
por la distancia.
Te dejo en este rincón
donde los recuerdos se disuelven
sin perderse del todo,
como una sombra que se alarga
pero nunca llega a ser noche.
Y sigo aquí,
en este camino que he elegido,
con los ojos abiertos,
sin dejar de mirar
lo que se fue
y lo que sigue siendo
mío.
El regreso no es un olvido,
es solo un paso más
en el mismo sendero
que no espera respuestas,
solo pasos tranquilos
hacia lo que venga.