Las almas se disuelven como la niebla al amanecer, invisibles, aunque el viento sigue su camino, como si nada hubiera cambiado.
Continuo a pensarti, rendi i miei minuti più brevi, il sole ancora più luminoso, e il freddo
VI. Anciana Ya no busca. Ve. Sus palabras son menos, pero más densas.
Non è solo che tu non ci sia, è che la tua assenza è rimasta, seduta al mio tavolo, a dormire dalla mia parte del lett… a seguire i miei passi
A volte mi sembra che non sei mai… che ti ho inventato in qualche pom… di pioggia senza nome. Non ci sono tue ombre sulle pareti… né impronte sul legno consumato,
¡Madre mía, qué juerza tieni’l sol cuando entra el veranu de golpe y… La tierra rezuma calor de caldera y la chicharra no calla siquiera. Desde bien temprano ya canta el ga…
No me preguntes si aún te quiero. No sabría qué decirte. Tú te fuiste. Las cosas siguieron. Los platos, el tráfico, las notici…
El loco no miente: dice verdades sin pedir permiso. II. Dormiste con su cuerpo.
El sol brillará y fundirá los hielos que nos han encerrado la lluvia de marzo regará Castilla
Cuando’l sol s’alcancía por la lom… ya ta to er mundo en la viña. Los cestos, los corchos, las navaj… y la gente con la risa pronta, pero los riñones ya tiritando.
Venís a mí, hijos míos, cuando la luna tiembla en los balc… y las calles se rinden al incienso… Venís con pasos lentos, con la fe prendida en la cera,
Ya no valgu pa jacer gran cosa, ya no pué el braciu con la zoza. Ya no valgu pa la recía, ni pa jalcá la jesa en el día. La jerramienta s’esta oxidando,
Nos reímos con hambre. Nos tocamos sin miedo. Todo lo prohibido perdió su filo en la dulzura de tus manos.
Dos silencios se tocaron, y en el centro del azar brotó una semilla de sol.
A veces, en medio del día, te encuentro por accidente en la calle, en la esquina de siempre.