Versos de amor y vida
Timido fiore, che senza volerlo sboccia nel grigio novembre, quasi per errore, come un sussurro di scuse
Piedra Silencio gris imponente silencio tan solo violentado por el hiriente y gris
Nel corral de la escuela saltó’l mozu, p’agarra unos huevos y un cachu pan de la cocina. Tenía’l hambre prendía
Sobre la piedra deja el tiempo una sombra imperceptible sobre la piel labra un surco la vida
Albe, tramonti Albe, tramonti montagne e pianure laghi ghiacciai
Salid, hijos míos, salid. Venid a mi lecho de sombra, sed luz en mi noche de piedra, bálsamo en mi costado abierto. Os miro desde el madero
al olmo seco ya no le brotan hojas desde que falta ya no le cantan los gorriones risueños
Siempre te añoro Las mañanas de lluvia los soportales
La tua pallidezza i tuoi silenzi il tuo sguardo perso che solo a volte incontra il mio sguardo
Aún me emociona caminar por tus calles cada mañana Fluye la luz proyecta tu belleza
Non so nulla di te, non mi serve, ti conosco nel silenzio, nelle parole che non ci siamo mai…
No le dije lo que sentía. Y fue peor, porque creo que lo adivinó.
Eras brisa en una estancia quieta, luz filtrándose entre los días, una ausencia que nunca faltó, la presencia que nunca pesó. Hablabas sin hablar,
quedate callada que el silencio alumbre la oscuridad futura usa tu silencio tu mejor arma
Tus ojos ventanas infinitas que abren tu alma a mi vida