#Epigramas #EscritoresNicaraguenses (1961)
Aquí pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto Y sin un peso Sólo poetas, putas
Cuando los dorados corteses florecieron nosotros dos estábamos enamorados todavía
Señor recibe a esta muchacha conocida en… aunque ése no era su verdadero nom… (pero Tú conoces su verdadero nomb… y la empleadita de tienda que a lo…
Me contaron que estabas enamorada de otro Y entonces me fui a mi cuarto Y escribí ese
¡Mi pelo largo! ¡Mi pelo largo! Querías tu muchacha con el pelo largo
De pronto suena en la noche una sirena de alarma, larga, larga, El aullido lúgubre
“No tengo otro” le he dicho y repetido muchas veces. Y oí que decía dentro de mí no con palabras confusamente pero precisas, decía dentro de mí
Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente,
Si tú estás en Nueva York En Nueva York no hay nadie más Y si no estás
En la hamaca sentí que me decías no te escogí porque fueras santo o con madera de futuro santo santos he tenido demasiados te escogí para variar.
De estos cines Claudia, de estas fiestas, de estas carreras de caballos, no quedará nada
Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido: yo, porque tú eras lo que yo más amaba, y tú, porque yo era
Recibe estas rosas costarricenses, Myriam, con estos versos de amor mis versos te recordarán
Tú ni siquiera mereces un epigrama
Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo, porque el gesto más leve, cualquier palabra, un suspiro de Claudia,