UN PRESENTE RENACIDO
No han muerto mis ilusiones,
duermen, quizás, en mi ser,
como flores en capullos
esperando renacer.
Los recuerdos no son penas,
son estrellas en mi andar,
guían pasos, dan respuestas,
me enseñan a continuar.
Cada día no es un clon,
es un lienzo por pintar,
y aunque el viento traiga sombras,
siempre hay luz para alumbrar.
El olvido no es refugio,
el silencio no es final,
pues en él germina el alma
con más fuerza para amar.
Si el “te quiero” es virtual,
que su esencia sea real,
porque el alma reconoce
cuando es puro y sin igual.
La vida cambia, es un río
que no deja de avanzar,
y en sus aguas va trayendo
lo que aún está por llegar.
Que no tarde la conciencia,
que no falte la verdad,
pues quien siembra amor sincero,
cosechará eternidad.
