Tú sabes, paloma, del viento y su canto,
del alba dorada que besa la flor,
del río que corre con risa y encanto,
y lleva en sus aguas suspiros de amor.
Tú sabes del cielo que aroma la brisa,
del nido que espera con tierno calor,
del vuelo que cruza la nube indecisa,
y torna a la rama buscando el fulgor.
Paloma que sueñas en dulces albores,
que llevas la vida en tu suave volar,
envidio tus alas, tus leves amores,
tu libre camino, tu fiel despertar.
En ti van los sueños de viejos albores,
y el alma que anhela su hogar regresar.