A fuego lento la vida se cuece,
cuece el anhelo en cada pensamiento,
pensamiento que arde con el viento,
viento que nunca al alma en paz mece.
El tiempo pasa, pero nunca crece,
crece el sabor en su lento aliento,
aliento que guarda en su cumplimiento,
cumplimiento que nunca se decrece.
El aroma envuelve lo que es incierto,
incierto es el amor que se consume,
consume cada espera sin lamento.
Y mientras el calor me deja abierto,
abierto queda el corazón que asume,
asume que todo es a fuego lento.