En un rincón retumba un ruido,
ronco, raro, retorcido,
parece un pato parloteando,
¡cacareando y carcajeando!
Choca y chilla una chicharra,
chasquidos chicos, chismes charra,
y en la esquina un caracol,
canta con eco y con tambor.
Un grillo grita: “¡Gruñón gorrión!”
mientras gruñe el gran ratón,
en un coro confuso y curioso,
de sonidos grandiosos y ruidosos.
Así suenan las palabras,
entre risas y armonías,
cacofonías poéticas,
¡la música de mis días!