Susurro
Déjame ser el roce de tu calma,
la brisa leve sobre tu frente,
la sombra suave, el paso silente
que acompaña en el fondo de tu alma.
Seré el susurro que apenas se siente,
el rumor de la hoja al ser tocada,
la paz sencilla, la nota callada
que en tu pecho reposa dulcemente.
No quiero ser grito, ni voz, ni ruido,
sólo el murmullo que a ti regresa,
el rastro de un sueño tibio y perdido.
Déjame ser lo que en silencio pesa,
un eco sutil que, en tu latido,
te guarda en su abrazo sin promesa.
