Entre nubes aladas surco el firmamento,
Anhelando el amor, la paz que el alma busca.
Y he aquí que apareces, entre las brumas,
Como un sueño divino que el cielo me regala.
Tu rostro, tan etéreo, me cautiva al instante,
Tu mirada, un destello que ilumina mi ser.
Tu voz, melodía que mi corazón acalla,
Tus palabras, un bálsamo que cura mi dolor.
Tus alas resplandecen, cual sol en el ocaso,
Guiándome en la noche, hacia un destino ignoto.
Tus brazos, un refugio en medio de la tormenta,
Donde encuentro sosiego y un dulce cobijo.
Surcamos juntos el cielo, entre nubes aladas,
Nuestro amor, un faro que ilumina nuestra senda.
Y en este vuelo eterno, entre brumas y sueños,
Encuentro la paz y el amor que mi alma añora.