I. Romance a mi isla
Llevo tu sol, tu mar, tu tierra amada,
en las venas del alma y del latido,
tu cielo azul de encanto suspendido,
y el beso eterno de tu brisa alada.
Eres canción en mi pecho anidada,
verde monte en mis sueños encendido,
horizonte de amor recién nacido,
mi isla fiel, mi estrella enamorada.
Que nadie quiebre tu frágil dulzura,
que nadie hiera tu forma sutil;
eres en mí la patria, la hermosura.
Puerto Rico, rincón de amor gentil,
cantaré tu memoria en la ternura,
mi borinqueño edén de amor sin
II. A mi amor borinqueño
Eres amor de la tierra encendida,
piel de cafetal y aroma de flor,
mirada dulce de profundo ardor,
y suave brisa que me da la vida.
Tu amor recorre mi sangre encendida,
brillas en cada rincón y color;
eres la isla y el canto de amor,
luz que me guía en la noche perdida.
Eres la musa que en mi pecho arde,
cielo y tierra en un mismo compás,
mi amor eterno y mi fiel estandarte.
Te llevo en el alma con dulce paz,
mi Borinquén, mi rincón que no parte,
mi amada isla que nunca se irá.