Sombras eternas
El alba implacable de sombras eternas,
el canto sombrío de un mundo que muere,
las ruinas dormidas en tumbas paternas,
el viento que gime y que nunca se adhiere.
Los dioses callaron su voz en la brisa,
la gloria se ahoga en un mar de cenizas,
el tiempo se cierne con lenta sonrisa,
tejendo a su paso mortajas sumisas.
Las torres vencidas desploman su llanto,
su polvo en la bruma se pierde sin nombre,
las piedras recuerdan con eco su encanto,
más todo se cubre del gris de los hombres.
El orbe naufraga con sombra inclemente,
las hojas del árbol susurran olvidos,
las horas desfilan con paso doliente,
las voces del tiempo se tornan suspiros.
