Sentadita en mi cancela
Sentadita en mi cancela, cual reina sin imperio,
la tarde me acaricia con luz de atardecer,
mi sombra se desliza cual pétalo en misterio,
y el viento me susurra canciones de querer.
Los jazmines se enredan en sueños de amapolas,
la brisa va danzando con pasos de cristal,
y yo, callada y sola, custodia de las olas,
espero en la penumbra un eco que es fatal.
Cruzaron los viajeros con su rumor lejano,
dejando en los caminos promesas de cartón,
sus voces se llevaron mi corazón gitano,
y yo quedé en la reja bordando un resplandor.
Sentadita en mi cancela, vigía de la nada,
el río va llevándose mi tiempo sin querer,
la noche me arrebata su estrella más callada,
y espero, siempre espero, lo que no ha de volver.
