Tú sabes, paloma, que el viento me nombra,
susurros de ausencias te buscan aquí,
en alas de sombras te encuentro sin mí,
latido de un tiempo que en mí se desborda.
Recuerdo las tardes de bruma en la sombra,
los cielos abiertos de un cielo sin ti,
las huellas que danzan, las risas de abril,
el roce del alba que aún me desmorona.
Si vuelas, paloma, regresa a mi pecho,
anida mis sueños, cobíjalos fiel,
y canta en el viento la voz de un deseo.
Que el tiempo no quiebre tu vuelo tan hecho,
que siempre en el alba te escuche mi piel,
paloma que llevas mi alma en tu vuelo.