Aquel que brinda su esencia,
con amor y sin medida,
se convierte en luz brillante,
en el camino de la vida.
Sabe que su entrega es noble,
como un río que no cesa,
y aunque el sacrificio duela,
su corazón nunca reza.
En cada gesto, una huella,
en cada paso, esperanza.
Es aquel que da su todo
y en su entrega, encuentra danza.
Su legado es un susurro
que resuena en cada alma,
pues el que da, recibe siempre,
y en su amor, halla la calma.