Romancillo Pastoril 2
Bajo el oro tenue de la madrugada,
danza la pastora de trenzas doradas.
Brisa de la sierra besa sus mejillas,
y el arroyo entona su canción tranquila.
Brillan en el campo rosas y azucenas,
y en los verdes prados juegan las ovejas.
Canta un ruiseñor desde la arboleda,
mientras la doncella su rebaño lleva.
—¿Dónde vas de prisa, dulce y encantada?
—Voy donde me aguarda mi amor en la plaza.
Trae en sus palabras miel de primavera,
y en sus ojos claros luz de luna llena.
