Zagalejo de perlas, de luz estás vestido,
la noche te ha bordado con sueños y luceros.
Tus pasos van sembrando destellos tan sinceros,
un eco de esperanza en cada amanecido.
La brisa te acaricia, susurra en su quebranto,
y el cielo se ilumina con tu andar serafino.
La estrella que te sigue se enreda en tu camino,
la luna se detiene, callada por tu encanto.
Eres rumor de vida, eres la fe más pura,
un canto entre las sombras que anuncia el renacer.
Zagalejo de perlas, eres el dulce ser
que trae la Navidad en su esencia más segura.