La alegría es pena que se disimula
sobre la tierra no hay más que dolores,
risas que ocultan penas y temores,
sombras que abrazan con suave ternura.
En cada sonrisa, un eco murmura
historias calladas de viejos errores,
y el alma, escondida tras falsos colores,
llora en silencio su amarga aventura.
Mas sigue la vida con su manto leve,
y el hombre, en su anhelo de luz y consuelo,
dibuja esperanzas en un lienzo breve.
Pues aunque en el fondo reine el desvelo,
la dicha, fugaz como un soplo de nieve,
se posa en el alma cual dulce anhelo.