Blanca y leve florecilla,
orgullo de la quebrada,
eres la más bella y pura,
del jardín la más preciada.
Tu perfume embriaga el aire,
tu blancura es deslumbrante,
eres el símbolo de la inocencia,
de la pureza radiante.
En tu frágil corola,
anida el amor y la vida,
eres la esperanza del mañana,
de un mundo mejor, sin herida.
Oh, florecilla blanca y leve,
orgullo de la quebrada,
que tu belleza y tu pureza,
nos guíen siempre en la jornada.